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ESTAR PRESENTES.
“Escuchar simplemente con los oídos es una cosa. Escuchar con el entendimiento es otra distinta… escuchar con el alma no se limita al oído o al entendimiento… es todo el ser el que escucha”.
(Filosofo Chuang – Tzu.)
La empatía muchas veces la confundimos con la intención de ayudar a otros a mejorar su situación personal. Pero en realidad la empatía tiene que ver con la escucha respetuosa, estar presentes con la otra persona y escuchar con el corazón. Para lograr esto, primero debemos calmar nuestra mente, dejar en segundo plano lo que pienso y así, brindar toda mi atención al otro.
Lograr esto, no es fácil. Solemos caer en la tendencia de dar consejos, tranquilizar o explicar nuestra postura en relación con lo que el otro nos cuenta. Pero lo que en verdad sucede, cuando creemos que tenemos que arreglar las cosas para que los demás se sientan mejor, es que dejamos de estar presentes y nos desconectamos. Otras formas que resultan un obstáculo para establecer una conexión empática, pueden ser:
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Consolar
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Interrogar
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Corregir
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Contarle algo parecido que te haya sucedido
Empatía es dar el tiempo y espacio que necesita la otra persona para expresarse plenamente y sentirse comprendido, acompañado. Solo asi podremos escuchar los sentimientos y las necesidades de los demás.
Logramos empatizar con otra persona cuando se experimenta una sensación de alivio y se libera tensiones. Asi descubriran que la empatía tiene un gran poder. Gracias a ella, la persona que recibe empatía logra sentir un cambio en vida, percibe el mundo de una manera nueva, logra ver soluciones que antes no veía, por el solo hecho de que alguien ha escucha sus palabras.
Un aspecto fundamental para poder ser empáticos con otra persona, para observar y escuchar con todo nuestro ser lo que siente o necesita, es primero poder ser empáticos con nosotros mismos.
¿Cuándo fue la ultima vez que te escuchaste a vos mismo? ¿te gustaría intentarlo?